EL AS DE CORAZONES

Historias para ser contadas II

Tenia el ineludible compromiso de asistir a las 9 a una entrega de premios con cena. Eran las siete pasadas y como a 10 minutos del lugar de la cita, un amigo fotógrafo tiene su estudio, entré a saludarlo. No era raro que lo visitara de improviso, vernos es corriente, lo hacemos para hablar sobre cualquier cosa; cuando llegué estaba hablando por teléfono, así que mientras, me entretuve mirando unas fotografías tipo 13x18 pegadas ordenadamente, una al lado de otra, sobre uno de los paneles móviles del estudio. Eran caras de chica.

Creí que se trataba de un casting, algunas veces participaba como “consejero invitado” a la selección. Nos gusta crear una vida partiendo de una cara. “Esta mirada, ni transmite felicidad, ni confianza interior”, o bien “Fíjate qué mirada más cristalina, ésta es una auténtica Virgen” otro “Por favor!, dónde va este tipo con este caretón de bobo. Es un flojo!.” Cierto que entre nosotros, a la hora de enjuiciar, el lenguaje no es ni considerado, ni un ejemplo de delicadeza, más bien somos groseros y directos. Así es nuestra búsqueda del personaje. Sin embargo, aquel día me llamó la atención reconocer entre caras desconocidas, a algunas de conocidas, vi a Charlotte Rampling, Winona Ryder, Jennifer Connelly, estaba su ex mujer, también la actual. No entendí de qué iba la cosa.

.- No te lo vas a creer me dijo en respuesta a mi gesto interrogativo señalándole las fotografías. Hace unos días que estoy haciendo ejercicios emocionales(!!!?). De sentimientos, aclaró.

De pequeño, recuerdo que los Escolapios nos hacían ejercicios espirituales, pero emocionales…? a no ser que ejercicios emocionales fuera aquello que hacíamos en la mili… (rabia, hastío, tristeza, vergüenza, aversión).

Claro que a músicos y fotógrafos no hay que entenderles, hay que aceptarles en sus extravagantes terquedades intelectuales, tienen sentido del humor propio, los músicos en clave de fa y los fotógrafos en clave de flash, (observación que por cierto no encuentran nada graciosa. Gente difícil). Tienen ataques de celos profesionales tipo Salieri, se odian pero se admiran.

.-Es imposible que trabaje con una modelo si no me enamoro de ella.

.- Ya veo… muy emocional, dije intentando encontrar alguna relación con las fotos del panel. Pero ¿y esas?, dije refiriéndome a las caras conocidas.

.- Una cosa es estar enamorado y otra muy distinta amar. La aclaración aun me descolocó más. Uf!, ya empezamos pensé. Hoy venía a hablar del Barça y a tomar una cerveza. Qué pinta Charlotte Rampling, Winona, tu ex mujer…?

.-Este es el cuadro de todas las que he amado a lo largo de mi vida.

.-Ya!. Charlotte Rampling, Winona…,un poco fantasmilla ¿no?.

.- He incluido también a mis amores platónicos. Los amores vivenciales son tan válidos y potentes como los convivenciales. Están todas, de cuando adolescente, de joven, de ahora. Todas!!!. Hizo resonar por todo el set.

.- Y la colección qué significa?. Los trofeos del safari de tu vida?.

.- El ejercicio sentimental consiste en recuperar las emociones y sentimientos a través del estimulo visual. Así, con la comparativa, una al lado de la otra, se neutralizan sentimientos tenues y prevalecen los fuertes. Lo qué sentía. Lo qué me queda de aquello. El recuerdo de lo que en aquel momento fueron experiencias y sensaciones nuevas para mi. De lo que queda, con qué intensidad lo siento hoy. Me gustaría reencontrarlo?. No te imaginas la cantidad de sentimientos, sensaciones y emociones que transitan por mi interior emocional. Encuentro hasta lágrimas perdidas. Incluso indiferencia. En algunas me pregunto cómo puse tanto y hoy encuentro tan poco, no siento nada. Como si no hubiera sido yo.

.- Sí, sobre todo te debió afectar el bestial desden con que te ha tratado Jennifer Connelly. Ironicé. Solo obtuve una mirada ambivalente que lo mismo podía entenderla como un no se qué me dices o un vete a la m.!. Ambas interpretaciones me estaba bien.

Desde luego mi amigo es de los que de noche, en verano, se tumba al fresco boca arriba mirando al firmamento y se suelta. Creo que es un romántico o algo así.

A paso de paseo, no pude evitar ir a la cena cavilando si yo seria capaz de hacer un ejercicio sentimental semejante. Duró poco mi introspección, por el camino encontré a un conocido que además insistió en sentarse a mi lado. Durante toda la noche me taladró haciéndome ver la importancia de tener mucho dinero, en realidad muchísimo dinero, solo dinero y nada más que dinero y juro que no era el Sr. Botín.

No fue mi noche, empezó con los ejercicios emocionales y terminó en lo más tronado del materialismo, el dinero como razón de ser.

De vuelta a casa, se me mezclaron los ejercicios emocionales con el cursillo acelerado que me dio Don Din. Me preguntaba si verdaderamente podrían ser compatibles en la misma persona ambas concepciones de vida. Mis altos pensamientos se quedaron a ras de suelo (probablemente debido a la baja calidad del cava que nos sirvieron), al sólo ocurrírseme pensar en las infelices celebrities que salen en la tele y ponen precio a sus sentimientos para que sean manoseados, manipulados y pisoteados por unos presentadores inescrupulosos y desalmados, desleales y perversos, seleccionados esmeradamente porque, aun sabiendo que existe algo llamado sensibilidad y dignidad humana, a ellos les importa un bledo, la indignidad sorprende y vende.

Son dos concepciones de uso de los sentimientos: la de mi amigo que cree que de aquella manera mantiene flexible y engrasada su capacidad emocional y la de los de la tele que hacen todo lo contrario, petrifican sus sentimientos, pero van pagando el chalet. Han encontrado su razón de ser.