domingo, 2 de enero de 2011

QUEREMOS - FABRICAR - SILLAS!!!

Un alt executiu amic d’anys, em matxaca dient-me que faci els articles més curts.

Com l'atrafegat executiu només deurà arribar fins aquí, sintetitzo:

Pel 2011us desitjo a tots lucidesa, honestedat i sort.

Per als menys enfeinats la cosa segueix.

QUEREMOS - FABRICAR - SILLAS!!!

El mes pasado me embarqué en una reflexión sobre Dios, la espiritualidad y la religión que ha generado, sorprendentemente muy diversos comentarios, incluido uno que me dice “no olvide que Alá es grande”. En los tiempos que corremos, si te hacen una admonición de este rango, más que recordarlo, lo que te deja es con la mueca congelada.

Como veo que las cosas del cielo son zona peligrosa, vuelvo a la tierra, donde el máximo riesgo está en descubrir quién es y dónde está Ali Babá y su tropa. En otras palabras, hablar de lo que todo el mundo: De economía que hoy, como se sabe, es hablar de crisis.

Estas líneas las escribo entre fiestas, así que no garantizo ser ni muy razonado, ni muy sintético.

Metidos en el difuso porvenir de la crisis, ante el desastre, políticos y economistas afines lo palian con datos estadísticos diciendo que poco a poco vamos a mejor. Los ciudadanos no lo vivimos así, ni en Europa, ni en USA, ni en Japón. Acaso lo que vaya a mejor sea la reducción de la deuda pública, pero esta reducción a los ciudadanos no nos mejora el presente, más bien nos lo empeora al poner en aprietos la deuda privada, la nuestra.

Tengo la impresión de que hay dos crisis que se solapan, una independiente de la otra. Por un lado tenemos que por una serie de razones ha desaparecido el circulante, razones más o menos explicables y medianamente comprensibles. En cualquier caso, lo entiendo circunstancial, el dinero como la electricidad, si no fluye carece de valor. La otra, la veo mucho más grave y complicada de resolver porque ataca lo que podríamos llamar el ADN de toda la sociedad: Se llama globalización.

Este ¡al fin todos hermanos!, no lo veo nada claro. En síntesis la cosa es más o menos así: En algunas zonas del planeta, por el mismo trabajo se puede remunerar muchísimo más barato que en otras. El resultado es que dos manos que se activan en un lado, son dos manos que paran en otro. Lo que fabrica la mano de obra barata, es para que lo compre la mano de obra más cara, pero como ésta ha perdido el trabajo, pierde las posibilidades de comprarlo. Un cortocircuito. (Europa, en los años 60, acusaba despectivamente a la emergente España de dumping. Hoy la expresión ha caído sigilosamente del diccionario mundial.)

Los países emergentes India y China, son países que carecen de materias primas, así que el secreto de su emergencia, son los grandes contingentes de mano de obra barata que hace el trabajo que nosotros no hacemos, pero deberíamos. No es trabajo para solventar roturas de stocks que se deriva a maquila, sino del principal, el que nos da de comer cada día. Esta desconcertante realidad, es origen de otra aun más desconcertante, las grandes masas de capital que este proceso origina, es usado para la compra de nuestras empresas acreditadas, pero quebradas o con dificultades financieras, debido a que no han podido competir con esta potente mano de obra barata, a la que le damos nuestro trabajo.

Cito solo de paso al poderoso grupo multisectorial indio Tata Corporation, nuevos propietarios, entre otras, de Land Rover, Jaguar, un pie en Daimler... Pearl Seguros y la gran financiera Chile Comicron. Es líder mundial en call centers, que desde Bombay y Bangalore (área de habla inglesa) y Budapest (idiomas europeos de habla no inglesa), dan asistencia técnica mundial especializada para empresas fabricantes de equipos y maquinaria de media y alta tecnología, a hospitales, industrias y post venta a usuarios particulares.

China, dedicada -sin ningún tipo de escrúpulos- a amasar dinero como único objetivo vital, plagada de disciplinados comisarios (los ojos del poder), convertida en el gran banquero de USA, España y otros europeos. Tiene el aguijón puesto en países del tercer mundo con materias primas estratégicas que necesitan y necesitamos, a los que además somete a adoptar posturas políticas, con fines propios de propaganda interna y escalofrío externo, como el reciente caso del Nobel de la Paz o la eficaz coacción, a países deudores, a ceguera y silencio cuando se trata de la repugnante ocupación y sometimiento del Tíbet.

Y llegamos a Europa. Del ranking mundial, la primera fortuna es la de Bernard Arnault en el puesto numero 7, propietario de marcas de productos de gran lujo, Louis Vuitton, Cristian Dior, Loewe, Givenchy, Möet & Chandon, negocios de distribución, etc. Karl Albrecht en Alemania, es la fortuna numero 10, propietario de Aldi dedicado a supermercados low cost. Inguar Kamprad, fortuna numero 11 es propietario de Ikea. Éste sería el paradigma por excelencia de los globalizadores, diseñan en Suecia, fabrican en países low cost, igual que su compatriota Stefan Persson, fortuna numero 13, propietario de H&M, dedicado a la vestimenta.

Todas estas fortunas, están dedicadas a bienes consumibles y no industriales, es decir, poca repercusión socio-económica puesto que la producción se va del Continente (salvo Aldi que en general tira de proveedores autóctonos, con una férrea e implacable estrategia de compra).

Los popes y los seguidistas de la globalización, tipo Ken Robinson, nos hipnotizan con la idea de que nuestro papel ha de ser el de innovadores (como si desde siempre no hubiera sido así*. ¿de qué quieren convencernos?), los orientales el de asalariados, ya que al punto en que el trabajo pueda seriarse, debe emigrar hacia la mano de obra barata. Soy muy escéptico si pretenden que veamos como 20.000 trabajadores, entre Telefónica, Nissan, Seat o Ford, es un ejemplo, se convierten en innovadores/emprendedores, triunfando en el Centre de Recerques Biomèdiques, el CSIC, El Clinic o generando empresas en los desocupados despachos alto standing del proto-emergente 22 @ barcelonés. ¡Vamos, ni en USA!

No acabo de ver claro que este nuevo modo, el de la globalización, esté resultando beneficioso para nuestra sociedad. De momento, por lo que parece, va bien para unas pocas grandes fortunas privadas. Desde fuera, sin estar en el ajo de la cosa, uno se queda con la sensación de que este modelo es fruto de una falta política (deliberada o no) de visión proyectiva. De descontrol. Es decir, se nos manifiesta como una perversión del capitalismo. Me pregunto si los más afectados, Japón, USA y Europa no convendría que dieran un paso atrás y recondujeran este modelo que de momento solo nos aboca a un intercambio de papeles. Más que en innovadores, lleva camino de convertirnos en mano de obra barata. La muerte del escorpión.

Nos dicen que los aranceles son muy malos, pero daban trabajo; si queríamos sillas, nos poníamos a fabricarlas y todo el pueblo y alrededores vivía de ello. No puedo creer que para el futuro, nuestro exclusivo papel sea o bien el de depauperados compradores o bien el de esforzados innovadores de pega.

¡Queremos fabricar sillas!

* Solo algunos personajes europeos que han cambiado el curso de la humanidad: Johannes Gutenberg, Cristobal Colón, Amadeus Mozart, Michel Faraday, Louis Pasteur, Carl Benz y Gottieb Daimler, Sigmund Freud, Juan de la Cierva, Narcis Monturiol, Guglielmo Marconi, Albert Einstein, Louis Lumière, Wernher von Braun, Josep Trueta, Joan Oró…